La relación entre la cocina y yo es algo así como "me gusta, pero me asusta". Lo he intentado un par de veces y no me ha ido mal, pero no soy fanática, increíblemente prefiero lavar los platos antes que ponerme a preparar una comida. Pero como hace mucho no publico nada y ya que prácticamente estamos en verano decidí publicar una receta demasiado fácil, algo que cualquier persona sin experiencia puede preparar y que no defrauda el paladar de nadie.
Mi mamá lo preparaba todo el tiempo cuando vivíamos en Costa Rica, y es que allá hasta en los patios teníamos palos de mango (que debo decir, no se parecen en nada a los que algunas veces vemos acá); antes sería muy difícil preparar este rico postre en Chile, pero gracias a Guallarauco podemos hacerlo cuando queramos.
Los ingredientes son:
-1 pulpa de mango
-1 lata de leche evaporada
-Azúcar al gusto
Preparación:
Primero debemos congelar la leche evaporada; cuando está lista la comenzamos a batir junto a la pulpa de mango y comenzamos a agregar el azúcar o endulzante que deseamos hasta que tengamos una mezcla homogénea. Luego ponemos la mezcla en un molde y ponemos a congelar, si queremos que sea más cremoso debemos esperar a que se congele y volver a batirlo, esto además de darle una textura más cremosa y espumosa hace que la mezcla crezca un poco más.
Lo mejor de esta receta es que puedes cambiar el mango por cualquier otra fruta y quedará igual de rico, lo importante es que sea pulpa.
Espero que les guste y puedan probar este postre, ¡atrévanse y sorpréndanse con esta delicia!
