Ilustración de Lucía Rodríguez, una de mis ilustradoras favoritas. |
La verdad es que todo esto del amor y la amistad en febrero no ha ocupado mucho mi mente durante este mes; pero ahora que pasó dicho día, hay algo que me quedó en la cabeza dando vueltas. Se trata del romance.
Todo empezó cuando por esas cosas de la vida, encontré un blog en donde la gente pide consejos para cuando se está conociendo a alguien o saliendo (mejor conocido como "dating"), pero que no están involucrados en una relación todavía. Leí una carta de una niña que estaba un poco desilucionada porque el chico con el que estaba saliendo solo hacía planes por medio mensajes de texto (posiblemente WhatsApp) y nunca la llamaba; y no estaba segura de si esto de verdad era un problema o si ella estaba haciendo mucho escándalo por el asunto. Me puse a pensar en esto y en lo común que podría ser hoy en día con tanta facilidad que existe para comunicarse. Creo que tristemente se ha ido perdiendo el romance en ambas partes, y nosotras nos acostumbramos a esto, tanto así, que nos sorprende si encontramos a alguien que sea detallista.
Yo al menos, no soy la mujer más melosa del universo, pero no puedo vivir sin una mínima dosis de romanticismo, ncesito recibirlo y también entregarlo. Nunca olvidaré a mi primer novio, sólo estuvimos juntos tres meses, pero creo que nadie me ha mimado tanto como lo hizo él; en un punto fue demasiado, pero disfruté la mayor parte. Recuerdo que me llevó serenata dos veces, una cuando aún éramos amigos y otra cuando terminamos (¡ouch!), nunca dejó que mi casa estuviera sin flores bonitas y cuando me veía triste o cambiada por "esos días" me llevaba un chocolate suizo blanco (¡ojo que todavía me acuerdo!) en lugar de decirme: -porqué esa actitud? estás en tus días? (sí, me ha pasado). En fin, aunque la relación no perduró, nunca olvidaré a esa persona por lo detallista que fue conmigo. Ahora ya han pasado casi 10 años de eso (triple ¡ouch!) y la verdad es que nunca he conocido a alguien así de nuevo, como dije, no me gusta el exceso, no quiero a alguien que me sature con cosas, pero sí quiero ROMANCE. Según la RAE, ser romántico es ser sentimental, generoso y soñador; y sí, me gustaría tener un poco de eso en mi vida.
¿Ustedes qué creen?
Un abrazo,
Anita