martes, 19 de febrero de 2013

Where's the Love?

Ilustración de Lucía Rodríguez, una de mis ilustradoras favoritas.

La verdad es que todo esto del amor y la amistad en febrero no ha ocupado mucho mi mente durante este mes; pero ahora que pasó dicho día, hay algo que me quedó en la cabeza dando vueltas. Se trata del romance.

Todo empezó cuando por esas cosas de la vida, encontré un blog en donde la gente pide consejos para cuando se está conociendo a alguien o saliendo (mejor conocido como "dating"), pero que no están involucrados en una relación todavía. Leí una carta de una niña que estaba un poco desilucionada porque el chico con el que estaba saliendo solo hacía planes por medio mensajes de texto (posiblemente WhatsApp) y nunca la llamaba; y no estaba segura de si esto de verdad era un problema o si ella estaba haciendo mucho escándalo por el asunto. Me puse a pensar en esto y en lo común que podría ser hoy en día con tanta facilidad que existe para comunicarse. Creo que tristemente se ha ido perdiendo el romance en ambas partes, y nosotras nos acostumbramos a esto, tanto así, que nos sorprende si encontramos a alguien que sea detallista.

Yo al menos, no soy la mujer más melosa del universo, pero no puedo vivir sin una mínima dosis de romanticismo, ncesito recibirlo y también entregarlo. Nunca olvidaré a mi primer novio, sólo estuvimos juntos tres meses, pero creo que nadie me ha mimado tanto como lo hizo él; en un punto fue demasiado, pero disfruté la mayor parte. Recuerdo que me llevó serenata dos veces, una cuando aún éramos amigos y otra cuando terminamos (¡ouch!), nunca dejó que mi casa estuviera sin flores bonitas y cuando me veía triste o cambiada por "esos días" me llevaba un chocolate suizo blanco (¡ojo que todavía me acuerdo!) en lugar de decirme: -porqué esa actitud? estás en tus días? (sí, me ha pasado). En fin, aunque la relación no perduró, nunca olvidaré a esa persona por lo detallista que fue conmigo. Ahora ya han pasado casi 10 años de eso (triple ¡ouch!) y la verdad es que nunca he conocido a alguien así de nuevo, como dije, no me gusta el exceso, no quiero a alguien que me sature con cosas, pero sí quiero ROMANCE.  Según la RAE, ser romántico es ser sentimental, generoso y soñador; y sí, me gustaría tener un poco de eso en mi vida.

¿Ustedes qué creen?

Un abrazo,
Anita

martes, 12 de febrero de 2013

VI Aniversario



Hoy recordaba con mi familia, que en un día como hoy, hace 6 años, dejamos Costa Rica para vivir en Chile indefinidamente, también recuerdo que escribí una entrada sobre esto hace 4 años, en conmemoración de mi segundo año en este país; me da risa leerlo porque muchas cosas han cambiado hasta ahora, menos una... absoltamente nada de lo que he vivido hace que me arrepienta de esta temporada aquí.

Aún conservo la amistad de Alexisis, una chica a la que quiero mucho y que innegablemente ha sido muy importante para mí en estos años; hemos reido y llorado juntas; por los estudios, el amor y la vida en general, cuando pienso en mi estadía aquí no puedo evitar recordarla porque es verdad lo que dicen: un novio te puede durar un día si quieres, pero una amiga de verdad, te queda para toda la vida.

He crecido (un poco) y mi manera de ver la vida es diferente ahora. Muchos ciclos se han cerrado, otros están inconclusos y no tengo seguridad sobre muchas cosas en mi vida; pero estoy bien y con la continua esperanza de que todo estará bien en el futuro. Tengo decisiones importantes que tomar y hay un par de sueños que están en mi interior, aún son tímidos pero ya van a salir a conocer el mundo, solo hay que darles un empujoncito.

Este post fue más un punto de reflexión, la vida se pasa muy rápido y podemos sentir que nada ha pasado... a veces es bueno dar una mirada atrás y ver el camino recorrido, ver hasta dónde hemos llegado.

jueves, 7 de febrero de 2013

Historias de Peluquería

 
La historia de mi pelo es latera, así que la voy a resumir diciendo que me tomó años aceptar mi cabello ondulado, sobretodo porque cuando era adolescente nadie hablaba de las ondas, era o lacio o rizado, nada intermedio y yo sufría; recuerdo que mi abuela querida me decía: -Es que usted tiene el pelo arrepentido, ¡arrepentido de estar en su cabeza! (imaginen este meme enseguida: http://www.triego.com/wp-content/uploads/2011/10/TrollFace.png), por esa razón mi pelo estaba siempre tomado con una cola de caballo o con un corte tipo garçon. Fue hasta que cumplí 20 que comencé a aceptar mi pelo, también coincide con el tiempo en que tuve mi primera plancha y comencé a alternar mi pelo natural con el aplanchado. Ahora me dio de nuevo por teñirlo y me hice las famosas mechas californianas, fui  un lugar que siempre me habían recomendado y salí feliz de la vida con mi pelo recomendándoselo a todo el mundo. La cosa es que el día siguiente leí uno de los tantos blogs de cuidado capilar que sigo, y me topé con la sorpresa de un artículo en el que se quejaban de lo mal que les había ido en esta misma peluquería; comencé a leer y vi muchos comentarios parecidos, quejas sobre el salón e incluso sobre la chica que me había atendido a mi. Verdaderas pesadillas, que si lo hubiera leído antes de ir a teñirme me habría arrepentido y habría cancelado la cita.

Esto de los peluqueros es una verdadera discusión, yo siempre me he ido cambiando porque me cuesta quedar conforme, pero no soy tan atrevida como para hacerme estas cosas yo sola, ni las puntas me retoco, no sé hacerlo y me da pánico dejarme mal el cabello.  A pesar de un par de malas experiencias, me considero afortunada porque nunca he salido llorando, ni con el pelo quemado, ni pelona XD; y con todo lo que me he hecho a lo largo de los años (tintes, decoloraciones y plancha tooodo el invierno) considero que tengo un pelo saludable y bonito, creo lo que lo heredé de mi madre que a sus 50 y un poquito  apenas tiene un par de canas, un pelo negro negro y liso, el mío no es tan lindo pero si es sanito como el de ella.

Otra cosa que me dio como pena, es recordar todas las veces que he recomendado un lugar o un estilista a mis amigas y que no les haya resultado. Recuerdo que una vez salí feliz con un corte de pelo de un lugar, se lo recomendé a mi hermana y cuando fue, no le dieron la mejor atención, y más encima con su pelo un poco dañado.

Igual, con todo seguiré aventurándome al mundo de los peluqueros, orando antes de ir para que me vaya bien y salga de la peluquería enterita XD. Total, con el susto y todo, siempre me digo a mi misma: -Si no me resulta ya crecerá!

¿A alguien le ha pasado algo terrible en un salón de belleza? Espero que no :)

Un abrazo,

Anita.