lunes, 24 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad!

-->
Mis sentimientos hacia lo que implica celebrar la navidad son un poco encontrados. Por una parte, me encantan las canciones navideñas y las decoraciones, pero siendo honesta, no hay nada que me mate más el espíritu navideño que tener que colocar y guardar todo semanas después… así es, así de floja puedo ser. Tanto que me pongo de mal genio cada vez que mi papá nos pide que instalemos el arbolito sintético. Ese es otro tema, sé que no es ecológico, pero extraño los arbolitos de pino, tengo muchos recuerdos respecto a eso y hoy quiero compartir los que se ha quedado por siempre en mi memoria.

Recuerdo que cuando era muy chica, mi mamá decoraba el arbolito con unos dulces que tenían envoltorios como de fresitas o frutillas, los colores al ser rojo y verde combinaban perfecto. Un día mi mamá notó algo extraño en una de las fresas, y vió que estaba vacía... ¡alguien se había robado el interior del envoltorio! Reemplazó las que faltaban y un día me pilló y el misterio se acabó, me vio abriendo sigilosamente los dulces. Yo muy ingeniosa, sacaba el confite y volvía a cerrar el papelito como si nada hubiera pasado -jajaja- creo que nunca más tuvimos ese tipo de decoración. También recuerdo a mi papá contándome de cuando, por traviesa, me cayó el árbol encima; no hay nada cofirmado pero sospecho que aún estaba buscando algún dulce entre los adornos navideños.

Hay otro recuerdo que atesoro mucho y que quiero compartirles. Resulta que mis papás son pastores,  y cada año teníamos que ir a buscar un pino para nuestra iglesia. De verdad que recuerdo esa experiencia como mágica; mi mamá solo recuerda que este lugar quedaba en Coronado, algo así como una comuna aquí en Chile. Para mí, este lugar era como un bosque encantado en donde elegíamos el árbol más frondoso y lindo del universo. Además había una tienda que era como una cabaña de madera, vendían no solo las decoraciones, si no que también chocolate caliente y cositas ricas… para mí era lo máximo, mi mamá dice que mi bebida favorita era una limonada que preparaba la señora dueña del negocio; aún recuerdo el olor del pino y el ambiente tan cálido que había en ese lugar. Era toda una experiencia que esperaba con ansias durante el año.

En fin, con todo esto del calentamiento global, ya no ponemos arbolito natural, solo sintético así no solo cuidamos el ambiente si no que ahorramos un dinerito cada año y no tenemos que limpiar el desastre que deja el natural. Además; hoy ya pasó la terrible tarea de decorar y la casa está linda, celebraremos la Navidad en familia y estoy muy contenta y agradecida de poder estar con ellos en este día. Este año mi corazón está lleno de amor y cariño para todo el mundo; y para rematar… está haciendo un día exquisito, fresco y con aires de lluvia, lo que es nuevo para mí aquí en Chile, así que estoy feliz!

Saludos a todos! Que tengan una feliz Navidad!

Anita.

2 comentarios:

  1. Recuerdo cuando leí este posteo, en estas fechas como que a muchos nos llega la nostalgia de navidades pasadas, imagino que para ti debe ser peor en cierto sentido. Yo tengo bonitos recuerdos de niño, recuerdo ese hombre araña que nadaba a cuerda, las autopistas, el ir a misa con mi mamá (que se hacía a las 12 de la noche y moríamos por volver a casa), cuando nos enteramos que el viejito pascuero no existía, esa navidad que no tuvimos nada porque mi papá estaba muy mal de dinero o la consola de juegos Sega (que estaba contento esa vez), el paso de los años y el estar cuidando a mis hermanitos mientras envolvían los regalos. Y así como que va cambiando la forma de ver la navidad. Recuerdo un pino natural que tuvimos como 2 meses en esa habitación que no usamos más! jajaja no le quedaba nada cuando lo sacamos!! Espero que tengas una muy feliz navidad aunque no haya árbol natural, o bosque encantado o chocolate caliente o dulces para desenvolver y comer, lo más importante es estar en familia, aprovechen eso. Un abrazo Anita! Feliz Navidad!!! :)

    ResponderEliminar